Las decisiones

A veces las decisiones que se toman son buenas y otras no lo son tanto. Yo suelo decir que no hay decisiones malas, si no decisiones que bueno, se toman pero no son demasiado beneficiosas.

Y no lo digo por el cuento de ayer, en el cual debí separar bien clara la nota, por eso no lo digo, yo quise separarla, no me salió bien, pues bueno, ya se como la próxima vez no lo tengo que hacer. Las cosas se aprender sobre la marcha, o preguntando, pero no me voy a poner a pensar en lo que pude hacer y no hize, primero porque no vale la pena y lo segundo, porque no deja de ser algo nimio.

Lo digo porque a pesar de que me gusta mucho el teatro y de que me lo paso bien en general, estoy pensando seriamente en dejarlo. No es por nada, es solo para no tener tantas cosas que hacer, estar más relajada y poder dedicarme mejor a las cosas que tengo pendientes, como el curso de literatura, el curso de narrativa, los relatos... y creo que es mejor que me relaje, pero con el Teatro no tengo relax.

No digo que me arrepienta de haber entrado en el taller, en absoluto, pero sí digo que ahora debo de pensar de otro modo primero por mi salud, y segundo porque las cosas con la literatura no me están iendo demasiado mal. Podrían ir mejor, sí, pero tampoco me preocupa eso, pues seguro que mejoran.

Esto bien a raiz de que a partir del próximo Jueves voy a comenzar un curso de Escritura Creativa y Narrativa. Me tendré que desplazar hasta la capital, pero no me importa, es más, me gusta la idea, porque le da aún mayor motivo a mis clases y me hace sentir mejor.

Ya os diré como me va el curso.