Pensando...

Hoy he tenido un ratito de reláx, y he estado pensando en muchas cosas. Sobre todo, en cuanto he cambiado yo, y en cuanto ha cambiado mi vida. Aunque suene egoísta, solo he pensado en mí.

Cuando era pequeña, mis recuerdos son muy amargos, tanto que aún no los he superado. Las borracheras de mi padre, el llanto de mi madre, las risas de mis compañeras de colegio, la soledad que sentía, los intentos de violaciones que sufrí...no vía salida, supongo que porque para una niña pequeña no es fácil hallarla.

Cuando fuí creciendo me dí cuenta de que la literatura me permitía poder viajar con el pensamiento a un mundo distinto al que yo tenía a mi alrededor. Distinto y, a la vez, maravilloso.

Pero quería salir, aunque no encontraba manera y cogí una depresión. Increíble. Quería morirme. Ya no estaba en el colegio y no era el blanco de las risas de mis compañeras de colegio, pero sí lo era de mi padre a quien le encantaba que yo llorara o me enfadara. Y los intentos de violaciones continuaron. La verdad es que no se bien si terminaron por violarme. No tengo ni idea. Dicen que el pensamiento bloquea aquellos traumas más dolorosos o difíciles, pues no se si me pensamiento lo ha hecho, pero si pasó, ojalá que nunca se despierte.

Quería tener amigos, quería salir a la calle, quería...quería las cosas que quiere una adolescente, y sin embargo, no tenía nada.

Pero he conseguido, no se por obra de quien, coger las riendas de este caballo desbocado y le estoy llevando a mi puerto.

He hecho un libro de fotografías que yo misma he tomado con mi cámara. Ya está a la venta en internet y en las librerías se podrá conseguir en cuestión de unas semanas escasas.

Tengo una novela terminada, ya corrigiendo para enviar a editoriales...y estoy muy contenta con ella. Disfruto leyendo lo escrito. Sufro cuando el protagonista lo hace y veo la posibilidad de un mundo mejor a medida que él lo hace.

Me siento contenta conmigo misma. He cambiado físicamente. He perdido peso, estoy recuperando mi cabello, que a causa de la depresión se me cayó bastante, me he vuelto más alegre...he descubierto la emoción de recitar, el sentimiento de cantar... y puedo decir que sin ayuda. Nadie me ha dado consejos ni me ha dicho que tenía que hacer. A veces lo hacían, pero solo para el provecho de otros, y sin pensar nunca en lo que yo quería. Solo fui yo, y mi voluntad de salir del túnel.

Si he decidido ponerlo aquí, es porque se que jamás podré escribirlo en un libro, porque el dolor sería demasiado fuerte. Pero estoy segura de que a alguien le servirá, y alguien descubrirá que no hay poder mayor que la voluntad y el amor.

Pensando, me he dado cuenta que puedo y debo estar orgullosa de mí misma, porque he ido superando todos los baches de la vida y los sigo superando.