jueves, 23 de octubre de 2008

un instante eterno de amor


A cada momento que la chica respiraba, sentía detrás suya la respiración de aquel hombre. Era profunda, húmeda, cálida, y tranquila. Los ojos de él estaban cerrados. Su cabeza, reposaba en el hombre de ella mientras la chica, sentada en la silla, torcía a su izquierda su cabeza disfrutando de ese instante.

Llevaba mucho tiempo esperándole. Más de un año amándole en silencio, en secreto, soñando con momentos qu enunca se cumplían. Pero nunca sintió la paz que sentía en aquel instante. Jamás pudo imaginar como palpitaría su corazón, como amaría, como desearía que el tiempo se detuviese.

Levantó su brazo derecho para acariciar el cabello oscuro de su amado y cerró los ojos. La frescura de la hierba fresca en la primavera, las gotas del agua en el mar en calma... no se podían comparar con aquellos cabellos que entre los dedos de ella se movían mientras ella profundizaba más en el abismo de amor que no tenía fin en su corazón.

Suspiró. Una lágrima resbaló por su mejilla. El puso su brazo izquierdo sobre el hombro y el cuello de ella, besándole debajo de la oreja. Sus corazones palpitaban sin freno, como llevados por una tormenta. El la abrazó, y ella, que se levantó de la sulla, se dió la vuelta.

Los dos se miraron.

Sus ojos se encontraban frente a frente y los labios se llamaban en silencio. Se besaron con pasión. Con tal pasión, que el mundo dejó de existir y ellos flotaban en el universo rodeados de miles de estrellas. Su amor y su deseo lo podían todo.

Entonces, ella supo que jamás se separarían. Siempre estarían juntos, pues los verdaderos lazos de amor jamás se pueden romper.

2 comentarios:

Rafa dijo...

Hermoso, conmovedor e intenso. Amor de verdad.

Me ha gustado
un abrazo, y suerte en todos esos proyectos.

Nos leemos

Arwen Anne dijo...

gracias por tu comentario, suerte tambien para ti en tus proyectos