Buenas tardes.
Me llamo Frank. Muchos ya me conocéis, otros aún no. Soy el personaje principal de la segunda novela de Arwen. Ella últimamente lo está pasando un poco mal a causa de Copito. Yo nunca he tenido un conejo por mascota, ella lo sabe, es conciente de ello, yo los conejos los mato, los cocino y me los como, pero es que este mundo, mí mundo, es diferente al suyo y al vuestro también.
El motivo de esta carta, es explicaros un poco los cambios que ella van a existir. Arwen me ha dado el mando, me ha permitido, mejor dicho, me está permitiendo que sea yo quien cuenta la historia, a mí manera, desde mi punto de vista y desde mis sentimientos. Es algo que le agradezco, pues me permite ser yo mismo, no tengo que fingir ni ocultar nada.
A muchos de vosotros las historias del western, como las llamáis, no os gustan. Lo acepto, lo entiendo. A mí, mi mundo, tampoco. Odio las armas, temo a la muerte y reniego de la violencia. Pero he nacido aquí, tengo que admitirlo, sobrevivir...y os puedo decir que estoy orgulloso de mi familia, de mi autora, y de la vida que he llevado. De pocas cosas me he de arrepentir, de muy pocas, pero este no es el motivo de esta carta.
Esta carta es para que sepáis dos cosas: que Arwen cambia el título de su novela y que, las tres partes, serán muy distintas una de la otra. Me explicaré.
La novela llevará el título de El Valle de los Recuerdos. No me preguntéis a mí, por favor, el motivo de ese cambio, preguntárselo a ella, espero que os de la respuesta, porque lo que es a mí, no me ha dicho nada.
Lo de las tres partes, es porque al principio, y por voluntad mía, quiero que conozcáis a mi familia, que la entendáis y a mí también. Quiero con conozcáis el mundo real en el que vivo, que me comprendáis y me entandáis. Que viváis conmigo las situaciones que me forjaron como hombre y que forjaron a mi familia.
Más adelante, quiero y deseo que viváis situaciones con mi familia, que viajéis conmigo por el rancho, que podáis oler y presentir mi mundo, que sintáis cómo es el western, su lado duro, su injusticia, también su lado bueno, su unión, su familiaridad... quiero que viváis mis amores, los de mi hermano, quiero que sintáis el cariño y comprensión de mi padre...
Y por último... bueno, todos conocéis regreso al hogar verdad? pues lo contaré más detenidamente, quiero que conozcáis a mi niño, a mi mujer, a mi abuelo... quiero que conozcáis la ciudad, que viváis en ella, quiero que me acompañéis, porque, lamentablemente, este camino no puedo hacerlo sólo.
Soy un hombre, lo se, y tengo a Arwen a mi lado, pero ella es un guía. Necesito que me ayudéis, que no me dejéis sólo. Este camino es complicado, lento, duro y penoso, pero si tengo personas esperando mi llegada, se hace menos duro. No le puedo pedir ayuda a Arwen, ya está haciendo bastante.
Un saludo de un hombre que rinde sus armas para ofrecer sus recuerdos y su vida.
FRANK