viernes, 27 de febrero de 2009

Autor ó Narrador

Este tema es un pelín controvertido. No quiero decir que quien escribe no sea esto ú aquello, pero sí digo que cada cosa tiene su nombre.

El autor de una historia es quien la escribe, y el narrador es quien la cuenta. Son dos cosas distintas que se dan la mano y que van, en la mayoría de los casos, en una misma persona. El último día que estuve en las clases estuvimos hablando de ello. Algunos de mis compañeros no lo entendían. Yo sí lo hize. De hecho, es algo que siempre he sabido, no se porque, pero siempre lo he hecho.

Nosotros escribimos lo que en nuestra mente vemos, y lo que nuestros personajes nos cuentan. Eso no nos da ni mucho menos una posición diferente. En absoluto. Nos da la posición que tenemos mientras escribimos. Solo esa. En cambio, cuando contamos la historia dejamos por unos momentos de ser nosotros mismos. Yo por lo menos nunca me siento yo cuando escribo. A veces me siento una madre que quiere recuperar a sus hijos, una chica que quiere lograr hacer realidad sus sueños, un hombre cuya vida se le escapa de entre los dedos... pero se que son mis personajes los que me los muestran y me hacen sentir lo que ellos. También se que dentro de mí alguien narra esa historia.

Es un tema complejo, lo se, pero es un tema que me gusta mucho.

jueves, 26 de febrero de 2009

De Premios e invitación

Estos últimos días he recibido dos premios. Uno me llegó por email cuando no estaba por aquí. Me lo entregó OZ y la verdad, es que me encantó. Me llegó en un momento en el que yo estaba con la moral muy baja, y me hizo sonreir, animó ese día tan pasimonio para mí. Gracias Oz por el premio, a mí me haceis falta todos vosotros y ojalá algún día esté del todo recuperada y pueda pasarme por todos vosotros del mismo modo que vosotros lo haceis por aquí.

El otro premio me lo ha entregado Mich3li3 y es un premio que me viene a decir que bueno, que está ahi, que me tiene en cuenta, y que debo nominar a once de vosotros. Dios mío, eso es muy difícil, pero afortunadamente es un número amplio y me quedais menos en el tintero. Así que nomino a once.

Ana y Miguel, para que Claudia nazca prontito, bien y que podamos verle la carita.
Menda, porque mira, estás ahí, me haces reis y reflexionar, gracias
Thiago, mi chiquitin, mi mimosín, con el que tanto me rio y al que veo como crece en seguidores y en gracia
Lola, que está conmigo desde el principio, que no la dejo atrás y a la que le deseo mucha suerte
Martikka, porque aconseja, porque es muy salá y porque será una escritora genial
Tito Carlos, porque me encanta como escribe y como dice las cosas, y claro, es un poquito el tito de todos jjaja
Juan, para que pueda ser en la vida lo que quiere ser
Victor, porque es un as de las letras y su universo mágico me ha hecho sentir mil cosas a la vez
Dríada, llevo tiempo sin pasarme por su blog, pero me encanta como escribe y me acuerdo de ella
Elena, otra escritora genial que ayuda un montón con sus historias y con sus entradas
Conxa, cuyos consejos siempre son bienvenidos y a cuyo blog le tengo ya mucho cariño
Rosa, por ser ella, solo eso.

Me paro que llevo doce en vez de once, pero bueno, vosotros sabeis que para mí, todos soys nominados.

Y ahora una invitación. Me han invitado a poetas anonimos. Me he dado una vuelta y está genial, yo os dejo la dirección para que quien desee darse una vuelta, pues que lo haga. Yo aún no estoy registrada, pero lo haré en cuanto tenga un tiempecito.

http://poetasanonimossa.blogspot.com

martes, 24 de febrero de 2009

un trozito mas

De aquella parte de la historia sabían muy bien los monjes que hablaban con William, este era el único que iba a caballo, que le camino era largo, duro… no podría hacerlo a pie. A su corta edad, se le sumaba el que apenas tomara alimentos, el que casi no bebiese, y el sofocante calor del verano.

El sol, en lo más alto, aún no se encontraba a mitad de su andadura diaria, y ya lanzaba sus rayos cegando a quien imprudente le mirase, obligando a los viajeros a saciar su sed, a detenerse bajo los árboles si querían conservar la vida. Muchos animales eran encontrados muertos entre la hierba reseca. La carroña se alimentaba de su carne empobrecida y los caminos se perfumaban con el olor penetrante anunciador de la muerte de un ser vivo en busca de una mejor existencia.

Pero el niño no desfallecía. William se negaba a beber agua, y sonreía cuando veía a los monjes beber. No le importaba llegar o no a Palacio, no quería ver morir a nadie. Eso era todo lo que quería, mientras su camino duraba.

---------------------------------------------------------------------------------------------------
un trozito más de william, aprovecharé esta tarde y mañana para pasarme por algunos blogs

domingo, 22 de febrero de 2009

Premio magia


El premio me ha venido de la mano de Martikka, a la cual se lo agradezco de veras. Mil gracias Martikka por acordarte de mí y por tener la honestidad de dármelo cuando yo no estoy tan presente como antes.

Este me ha pillado por sorpresa. Sobre todo, porque sabéis que no estoy comentando por casi ningún blog, por lo que este premio me viene a decir algo que no os lo voy a decir por supuesto, no quiero que os sintáis obligados a pasaros y no quiero que os creáis que no me interesa ya el mundo bloggero.

Yo me paso por los blogs, los leo, pero no comento. Y la verdad es que al no dejar señal ninguna mía y que os paséis y os acordeis de mí es para mí muy importante y un aliciente para seguir adelante y recuperarme.

Mi estrés está algo mejor, aunque ahora he cogido la gripe. Si esto sirve para que más de uno de vosotros no la coga, yo encantada. De todos modos, seguiré dejando algún comentario por alguno de vosotros.

Debería de darlo a cinco de vosotros, pero no lo voy a hacer. El que no tenga el premio que lo tome, es suyo porque vosotros si que os lo mereceis de veras. Un besazo para todos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Hola

Pues sí, hola de nuevo a todos y a todas. Estoy un poco mejor de mi estrés. Ayer fui al curso y la verdad es que me ha ido bien. No estaba al cien por cien ni mucho menos, pero estuve y saqué cosas en claro.

A medida que pasen los días iré pasándome por aquí y por vuestros blogs, pero por ahora solo saludaros y deciros que poquito a poco, iré siendo la de antes.

Gracias por todos vuestros mensajes de apoyo, la verdad es que se agradecen un montón. Gracias.

viernes, 13 de febrero de 2009

HASTA PRONTO

Hoy, poco después de poner la entrada he ido al médico a recoger los resultados de las últimas pruebas y parece que el maldito estrés está haciendo estragos. Me vine a casa, recogí un poco las cosas, subí los mensajes y os he dejado a algunos unos comentarios.

Quiero decir con todo esto lo que pensais. Sí, me voy a la cama a curarme. El estrés está podiendo conmigo. Lo siento muchísimo.

Por unos días, no se cuantos, no voy a estar. Quiero coger fuerzas, recuperarme un poco y poder seguir iendo al curso. Para mí, ahora mismo, lo primero es mi salud y el curso.

Es que no se que decir. Se que teníais ilusión con William y a mí también me apetecía, pero bueno, mejor esto que una habitación en un hospital, de eso seguro.

Un besazo

pd: voy a quitar la moderación de comentarios para que no se colapse el correo

información

chicos, ayer estuve de viaje y tenía el correo colapsado, por favor, mirar en mis respuestas si alguien se ha quedado atrás, necesito saberlo, por favor, decidme si alguien se ha quedado sin salir su comentario ó si alguien se ha quedado sin respuesta.

Hoy no me voy de viaje, pero eso sí, a partir de ahora, el día que tenga que salir no pondré nada para que no pase esto, además el mixmail me va mal y tarda mucho en abrirse, me pone mensajes leidos cuando no lo están aún, así que os lo pido, vale?

No voy a poner entrada ninguna, agradezco vuestros comentarios y deciros que los trozos que pongo aquí de la novela son una guía, es decir, que hay varios cambios en la original, esta es una guia para que sepáis mas o menos lo que hay, y por supuesto, tendréis dudas, a medida que ponga más párrafos, iréis encajando piezas y sabiendo cosas. Yo iva a ponerlos de la novela tal y como está, pero me pareció entonces que perdería algo de vidilla, quería dejaros con la duda, que encajarais una parte de la vida de William, pero no toda, para no descubrirlo todo.

Gracias de nuevo y cuidaos todos muchos, hoy tengo mucho por hacer y no me es posible pasarme, pero estaré atenta al correo.

Besos.

jueves, 12 de febrero de 2009

Capítulo 1, párrafo... no se cual

Al monasterio, que jamás había sido atacado, eran enviados varios niños para que aprendieran a leer y escribir, pero también muchos niños eran abandonados a sus puertas. Los habitantes de la aldea, se vian obligados a llevarles comida para que esos niños pudieran alimentarse. Los monjes, en cambio, rezaban por los benefactores cada día, pues nada más podían hacer.

Uno de esos niños era William. Fue encontrado en la puerta del monasterio un día de lluvia. No tenía donde resguardarse de ella, lloraba mientras tiritaba de frío. Su madre le había dejado allí.

El abad lo descubrió al amainar la tormenta y cuando el llanto del niño se hizo más sonoro que el agua que caía. No tardó en salir fuera y encontrarle en la puerta, incapaz de creer lo que vía, pues el niño, pequeño y delgado, se acurrucaba junto a la puerta llorando sin cesar. Le tomó en brazos llevándole dentro de inmediato, mientras unos buscaban ropa seca y otros le preparaban una cama para que descansara. No sabían nada de su historia, aunque no tardaron en conocerla.

– ¿Cómo te llamas? –le preguntó uno de los monjes cuando el niño despertó al día siguiente.

–Me llamo William –la respuesta fue realizada de forma tan tímida que casi no oyeron la voz del chiquillo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

el limbo de los personajes

Juan en un comentario que me puso ayer, me ha dado un consejo que yo voy y no voy a seguir. Me explico. La idea de él es imaginarme plenamente como es ese lugar donde los personajes viven antes de que su historia se cuente. Pero da la casualidad, de que esa idea ya ronda por mi cabeza desde hace varios días. Apenas desde que corregí la conversación, o mejor dicho, discusión entre Frank y Ana.

Ese cuento ya está en marcha y aunque también estoy con la novela de Frank, yo se que este personaje me va a dejar que yo pueda escribir esas historias de ese limbo y luego ponerme con la suya. Por supuesto, cuando yo me ponga con la de Frank le voy a dar rienda suelta. No le voy a prohibir nada. En absoluto. Totalmente libre para que pueda contar su historia como él quiera. Lo voy a mimar en una palabra.

Por ahora, lo más seguro es que yo no me pueda pasar mucho por los blogs, pero tranquilos. Voy a ser muy buena con todos vosotros porque os voy a poner párrafos cortos de William. Quiero que sepáis como es la historia. Por supuesto, si hago esto, es porque la novela está registrada y corregidos esos párrafos. Se que muchas cosas no las entenderéis, pertenece a una novela y tendrá muchas cosas antes de ese párrafo, y muchas cosas detrás. Pero os dará una idea de lo que os váis a encontrar.

Será a partir de mañana. De esa forma, yo no tendré que preparar entrada ninguna, y vosotros tendréis vuestra ración de literatura.

Si hay alguien en contra que lo diga ahora, porque a partir de mañana no habrá vuelta atrás hasta que yo no termine con las historias que salgan de ese limbo donde los personajes se encuentran.

Me pasaré por vuestros blogs, pero si un día no me paso no creáis que no os leo vale? Un besazo

martes, 10 de febrero de 2009

Ana y Frank: la discursión 2º parte

-Necesito mi historia sea conocida. Necesito contarla. Apartar de mi pensamiento e interior todo mi dolor. Que la verdad vea la luz, y que mi esposo, me perdone por no ser lo que él quería -Ana estaba desafiante, pero Frank comenzó a sentir pena por ella, sabía que ella no era así, ese valor para contar su historia pronto desaparecería, pero nada podía hacer. No estaba en su mano tomar esa decisión y no conocía la historia de Ana, como sabía que ella no conocía la suya.

De pronto, un rayo iluminó la tarde. Una fina lluvia comenzó a caer de forma incesante y los dos personajes se asomaron a la ventana. Ana estaba furiosa. Le apetecía golpear a aquel hombre hasta el agotamiento, pero no sabía donde estaba el billete de embarque.

-¡Es tu culpa! Llueve porque no podemos discutir en este mundo. Aquí las cosas son como son. Pero tú eres un cobarde.

-Ana, yo no he ido a tu casa a gritarte y a pegarte…

-¡Calla! Es un ingrato.

-¡Calla tú! ¡No tienes ni idea de la verdad! ¡No sabes nada, te crees superior porque tienes poderes! -Frank calló de inmediato al sentir de nuevo la bofetada de Ana en el rostro.

Los truenos y relámpagos cada vez eran más frecuentes, más fuertes incluso y los cristales comenzaron a agrietarse. Algunos árboles perdían las ramas más frágiles.

-¡Te deseo el peor final posible!

-Ya lo tengo Ana -Frank se sentó en el sofá- Cuando coja el barco volveré a sentir los disparos en mi cuerpo, las caídas, la soledad, la muerte riéndose de mí… volveré a sentir la pérdida de mi hermano, de mi abuelo, de mi mujer, de mi madrastra y la de mi niño -Frank comenzó a sollozar- la desaparición de mi padre, mi intento de suicidio… no es agradable. Mi vida no se la deseo ni a mi peor enemigo.

-¡Pues déjame a mí! ¡Puedes hacerlo! ¡Déjame que yo cuente la mía!

-Ana, no puedo. Cada uno tenemos nuestra partida. Esta, no es la tuya. Lo siento. Prometo que hablaré con la autora cuando pueda y le diré que la próxima seas tú, insistiré en ello.

Ana se marchó dando un golpe a la puerta tras lanzar el vaso de cristal sobre Frank. La tormenta desapareció en el momento en el que ella se marchó. Pero Frank quedó allí sin saber que había pasado. No le apetecía partir, pero no era su decisión. Ana quería ir, rogó para sí mismo que saliese pronto. Pero antes partiría él.

FIN

-------------------------------------------------------------------------------------------------
gracias a Martikka por la camiseta, es super bonita y le deseo que celebre muchos 7 meses más

lunes, 9 de febrero de 2009

Ana y Frank: la discursión

-Hola Frank -saludó la joven desde la puerta sin atreverse a entrar- ¿Podemos hablar?

-Pasa Ana y bienvenida. ¿De qué quieres hablar? -Frank la invitó a pasar cortésmente.

-Sabes entonces quien soy.

-Claro que sí. En este mundo todos nos conocemos. Por favor, entra y siéntate.

La joven así lo hizo, mientras Frank marchaba a la cocina en busca de agua para la joven. Sabía que los personajes de la autora que eran femeninos no bebían alcohol, así que no preguntó. Pero ardía en su interior las ansias de saber a que había ido Ana, aunque ella parecía muy segura de sí misma. Demasiado.

-Ana -dijo Frank entregándole el vaso- ¿de qué querías hablarme? Hazlo con toda tranquilidad.

-Vengo a pedirte que me des permiso para embarcar. Déjame ocupar tu lugar -La respuesta fue tan contundente que Frank sintió un escalofrío.

-Sabes que puedes pedirme lo que quieras. Menos eso -Frank se lamentó de su respuesta, pero no tenía otra para ella.

-¿No te das cuenta? A nadie le interesa lo más mínimo una historia del oeste. Nadie quiere leer eso. Nadie -.Ana levantó la voz de forma estrepitosa. No controlaba sus poderes y delante de aquel hombre, estaba incluso dispuesta a usarlos.

-Ana, tranquila. De este mundo todos salimos. Todas las historias se cuentan. Todos saldremos de aquí bien para el recuerdo ó para ser reales…

-¡Eres imbécil! ¡Te crees que por llevar una pistolita eres especial! ¿No ves Frank que necesito contar mi historia y que es más importante que la tuya?

-Yo también necesito contar mi historia y todos los que estamos en este mundo. No me creo especial. Para nada. Mi vida es como cualquier otra.

-Entonces deja que yo cuente la mía. Vete a otro lugar.

-¡No! -Frank ya no podía más, se levantó del sillón y dio la espalda a la joven. Le había dado donde más le dolía. Pedirle un favor y no poderlo cumplir, para él era una maldición- .Nosotros no decidimos nada. Son los autores quienes escogen…

-¡Cállate! -Ana interrumpió a Frank y le dio una bofetada que casi le tiró al suelo.

-Ana, escúchame -Frank sujetó por los brazos a la joven que lloraba- Nosotros elegimos a nuestros autores, pero ellos eligen el orden en el que nuestras historias se cuentan.

Ana lloró desconsolada en los brazos de Frank. Mientras lo hacía, sus alas de hada empezaron a aparecer. Llevaba poco tiempo con sus poderes y no los controlaba.

-Lo siento -Ana se avergonzó e intentó que sus hadas desapareciesen.

-Tranquila Ana, no tienes porque disculparte. Pero eso es una prueba de que aún no estás preparada.

-¿Y tú sí? Venga Frank. ¡Los personajes nos crecemos durante el viaje!

-Ana. No. Ya es demasiado. No comiences otra vez.

-Quiero embarcar, lo necesito. Ahora tengo la capacidad de poder contarlo. Luego no podré hacerlo. Toma el próximo barco. Te lo ruego.

-Yo elegí a esa autora y ella que yo tomase ese barco. ¡Compréndelo!

-¡No me grites! ¿Nadie te ha enseñado como debes comportarte delante de una mujer?

-¿Y a ti nadie te ha dicho que si se va de visita ni se grita ni se pega? -Frank pronto se arrepintió de sus palabras- ¿Por qué quieres embarcar? -Frank quería saber ya de una vez la razón de tanta insistencia.

-------------------------------------------------------------------------------------------------
es más larga, pero iré poniéndola por partes

domingo, 8 de febrero de 2009

Tres premios para el curriculum del blog

Ayer me hicieron entrega de una premio muy hermoso que ha dado el blog Letraweb, es el premio amistad, y la verdad sea dicha, me ha encantado el premio. Por supuesto no me lo esperaba, y me ha hecho mucha ilusión, además de que es preciosa la imagen y el detalle aún más.

Y desde el blog de Ana y Miguel me llegan dos. Estos dos premios son memes, tendría que decir ocho cosas con las que sueño y pasarlo a ocho blogs. Yo voy a decir las cosas, pero no los voy a pasar, quien quiera que los recoja.

Las ocho cosas con las que sueño son:

-publicar a william
-ser digna para contar la historia de frank
-que mi principe azul llegue
-no desfraudar a ninguno de mis lectores
-que regreso al hogar tenga mucha suerte en córdoba
-que haga buen tiempo en malaga cuando yo vuelva en marzo
-tener saluda pra poder cumplir todos mis propósitos
-que todos mis amigos sean felices y tengan paz en sus vidas

Sueño con más cosas, pero solo se pueden ocho.

Lo dicho, quien desee, puede coger cualquiera de los premios y entregarlos o bien, podeís quedaoslos vosotros. Libre decisión.

sábado, 7 de febrero de 2009

De Auster y lectores


Pues sí, un repaso del último día de clase que fue el jueves. Así que allá vamos.

El jueves decir que me fuí a Sevilla por la mañana. Quise registrar uno de mis relatos, pero no me dio tiempo, con la lluvia y con el autobús que se hizo de rogar, no fue posible. Aún así la verdad es que me lo pasé muy bien. Visité muchos lugares, estuve en un museo, en una librería, en varias plazas y ví distintas iglesias. Por supuesto también hize muchísimas fotografías que en cuanto las tenga reveladas os las pondré.

Y por primera vez desde que comenzé el curso, no llegué tarde. Llegé justamente a las 6. Claro que como ya estaba en la capital no tiene mérito, pero me gustó eso de no llegar tarde.

En las clases analizamos un capítulo de una novela de Paul Auster. La verdad es que este escritor escribe muy bien, con pocos fallos, con escasas cosas en contra y sabiendo como poner al lector en curiosidad y enganchado, en la mayoría de las ocasiones, desde las primeras páginas. Claro que opiniones hay muchas y todas distintas, pero la mía es esta y en la clase la dejé clara.

Quedó claro, eso sí, que al lector hay que engancharle desde el principio y que cuando escribes en pasado, se hace en pasado, excepto cuando se mete en ese párrafo una afirmación relacionada con el, en la que hable el personaje de la novela, o se meta un comentario del narrador. Eso sí, dicho comentario, tiene que estar estrechamente relacionado con el párrafo, de lo contrario se confundiría al lector.

No puedes estar dando tumbos por ahí aunque sea una novela. El lector se cansa. Si se quiere mostrar al personaje, se puede y debe hacer, pero no es necesario estar mostrándolo por completo en las primera páginas, se debe dejar la idea de cómo es dicho personaje y luego, mostrarlo a medida que discurre la historia. Es bueno también dejar algo a la imaginación del lector, pues el lector no es tonto, pero si se cansa pronto, por lo que la trama debe tener continuación y no deternerse demasiado.

En los diálogos, es bueno que sea el mismo personaje el que hable y no nosotros. Nosotros cuando hablamos tenemos una manera de hacerlo personal, nuestra. Pero el personaje también tiene personalidad y su modo de hablar no es como nosotros. Debemos dejar que sea él quien hable y actúe. El escritor, escribe, pero es el personaje quien vive y habla.

Además, tenemos que tener en cuenta que autor y narrador no es lo mismo. El autor escribe, el narrador, cuenta. El autor siempre será el mismo, pero no el narrador, éste puede estar en primera o en tercera persona. Puede saber más o menos de la historia, ver más o menos, pero debe contar la historia de manera creible. Y el autor, debe plasmarlo de la manera más adecuada.

viernes, 6 de febrero de 2009

el sótano de la muerte (fin)

Al cuarto día de comenzar los asesinatos, el tiempo dejó de ser apacible. El mar bramaba con furia infinita y el cielo descargaba su más oscura tormenta. Pero en la casa, el temporal aún era peor.

Aroa gritaba y corría sin rumbo fijo. Cada paso que daba, cada rincón donde miraba… el rostro de su hija se le aparecía. No quería creer que eso estuviera pasando, y tampoco comprendía el motivo.

– ¿Por qué me haces esto? ¿Qué te hice yo?

– Me dejaste en el sótano hasta el día de mi muerte. Me escondiste porque te avergonzabas de mí y jamás me dejaste salir. Hasta me enterraste en el. Ahora serás tú quien padezca.

– Se reían de ti, yo no quería que sufrieras.

Ágata me decía que yo era una bruja. Tú jamás la contradijiste. Roberta, que era una lástima tener una hija como yo. Tú siempre le diste la razón. Onella, que era mejor esconderme. Tú la obedeciste. Con seis años me encerraste. Seis años después de mi muerte he vuelto. Cuatro letras tienen tu nombre. Cuatro víctimas existen.

Y diciendo eso, Stella llevó a su madre a rastras hasta el sótano donde la dejó. Los gritos de la mujer se podrían haber oído de no ser por la tormenta. Pero no se oyó nada.

En el lugar de la tumba de Stella se podía ver el sitio completamente inmaculado, hasta las tablas eran nuevas, y junto a él, otro más, una tumba abierta y construida con la ropa de las tres mujeres. En la pared, dos notas clavadas.

La tercera, donde todo se contaba, donde Aroa aparecía como la culpable, se encontraba sobre el pecho de la mujer.

El círculo parecía cerrado. Nadie se libró, nadie entendió nada, para la policía, Aroa era la culpable y se quitó la vida después.

No descubrieron el cuerpo de Stella, pero aún, por las noches, se oye el ruido de la madera. Es ella que sale a dar su paseo nocturno con la luna como compañera y las estrellas como guía.

miércoles, 4 de febrero de 2009

el sótano 3º parte

Cada día, cuando la luna salía, sus rayos iluminaban toda la ciudad, y uno de ellos, el más brillante rayo de luna, tocaba el lugar donde Stella esperaba para su venganza. En el momento que lo hacía, la joven volvía a la vida. Sus ojos estaban muertos pero aún conservaban el azul celestial, y sus labios, grietados y fríos, habían perdido su color. Pero aún era hermosa. Aún era muy hermosa, sombra de atardecer, recuerdo de un momento, pero imposible no observarla.

Stella, salió del sótano sin dificultar alguna atravesando la pared. Sabía que quería hacer y estaba dispuesta a terminar de una vez.

Al día siguiente, las noticias volvieron a hacerse eco de otra víctima, encontraba en las mismas circunstancias y con otra letra escrita con sangre en su pecho: O.

El miedo volvió a cundir, pues Onella no tenía sótano, por lo que ella no oía los extraños ruidos. Comenzaron a saltar diversas conjeturas, pero nadie pensaba con claridad.

Menos aún pensaba con claridad la madre de Stella pues volvía a encontrarse la ropa ensangrentada de la víctima y otra nota, por supuesto:

Ya van tres:
A----- Agatha
R---- Roberta
O----Onella
Esto no termina aún

Cuando la mujer leyó y releyó aquellas palabras, se miró al espejo que allí había sucio del tiempo observando su rostro. Estaba pálido como si sin sangre estuviera y comenzó a sentirse empapada de un sudor frío, que la hizo salir corriendo de aquel lugar.

¿Por qué bajaba si sabía que había allí?

--------------------------------------------------------------------------------------------------
esta parte es cortita y calmadita, preparaos para la próxima, aviso
a partir de ahora hay moderación de comentarios, es que no quiero que me pase lo que a Stanley, comprenderlo por favor, ademas, de esta manera, podeis dejar vuestros comentarios en cualquier entrada y serán vistos por mí, de lo contrario solo vere los comentarios de la última, espero que lo comprendais
besos y a seguir disfrutando de la historia

martes, 3 de febrero de 2009

el sótano de la muerte 2º parte

Como ya había sucedido antes, nadie la echó en falta, aunque de su trágica muerte, o mejor dicho solitaria muerte, nadie supo nada solo su madre, quien no regresó al sótano hasta que aquello sucedió.

Habían pasado seis años de aquello, y un día, encontraron a una mujer muerta. Su muerte fue un misterio sin causas aparentes y sin arma homicida. Solo encontraron sobre el pecho inerte de la mujer escrito con letra clara y sangre, la primera letra de su nombre: A.

La madre de Stella rápidamente marchó al sótano. Ni el olor a humedad de tanto tiempo la detuvo. Pero sí lo hizo la ropa ensangrentada de que se encontraba justamente donde ella había enterrado a Stella. Subió a la casa y cerró con pestillo y cadenas el sótano. Pensó que era una pesadilla pero…

Cuatro días después, otra mujer apreció muerta en la misma circunstancias que la primera, pero ésta no tenía una: A en su pecho, si no una R, perteneciente a su nombre: Roberta.

La mujer, completamente histérica, bajó al sótano tras arrancar el candado y quitar a golpes el pestillo. Descubrió exactamente lo mismo que cuatro días atrás: la ropa de la víctima ensangrentada solo que en esta ocasión también una nota:

¿Recuerdas a Agatha y a Roberta?
La vieja decía que yo parecía una bruja,
Y la presumida, que era una desgracia tener una hija como yo.
Ahora sí tienes razón ¿sabes quién será la próxima mamá?

Aquello no podía estar pasando. Roberta y Agatha no podían haber muerto por un fantasma. Por un momento, tuvo el impulso de levantar los tablones y ver si verdaderamente Stella se encontraba allí. Pero temerosa de todo, decidió marcharse.

La policía no sabía que estaba pasando. Las dos víctimas no tenían nada en común, solo la hora de la muerte y el aparecer como lo hicieron.

Cuando las televisores se hicieron eco de que las dos víctimas fallecieron a la misma hora, el pánico cundió en la ciudad, pues a esa hora, todos los sótanos tenían extraños ruidos de madera que crujía. Algunos, cerraron definitivamente los sótanos mientras otros aseguraron que sería cualquier otra cosa cuya explicación tendría sentido.

Pero alguien sabía que aquello tenía un motivo.

domingo, 1 de febrero de 2009

el sótano de la muerte

Erase una vez una joven que se llamaba Stella. Era tan fea, que su madre la metió en el sótano para que nadie la viese. A toda persona que por ella preguntaba, la madre le decía que la había enviado a un colegio interna, pero Stella no sabía ni leer ni escribir y vía los días pasar desde su pequeño y oscuro habitáculo. Eso sí, tengo que decir que no mucha gente preguntaba por Stella, casi nadie se dio cuenta de que ella no estaba.

Allí en el sótano, y con el paso de los años, Stella se volvió una joven tan hermosa como una rosa que se abre a la vida. Su largo cabello caía sobre sus hombros con la suavidad de la brisa del mar y sus ojos eran tan azules como el cielo. Pero no salía.

Su madre le cogió envidia a su belleza y la joven continuó recluida. De día, vía a la gente pasar y vía el sol alejarse. De noche, su ventana se abría. Pero ella, amordazada, no podía acercarse ni articular palabra alguna. Pese a ello, no se quejaba. Cada noche, cuando vía la luna, le pedía al astro nocturno la misma cosa:

-Cuando yo no esté, haz que sepan que existí.

Un día, para fortuna de unos y desgracias de otros, cuando su madre fue a dejarle el desayuno, la vio sobre el suelo. Su cabello brillaba más que nunca y sus labios, rojos como la sangre, estaban sellados. La madre, al levantarle la cabeza vio que sus ojos aún estaban abiertos, más azules que nunca... y muertos.

Entonces, tomó la colcha que sobre la cama había, y la puso en el suelo. Soltó las manos de Stella, frías igual que su cuerpo y la puso encima. La cubrió. Quitó sin premura unos tablones del suelo e hizo una tumba para ella. Tras enterrarla allí mismo, volvió a colocar las tablas en su sitio y echándole el desayuno al perro, siguió en sus quehaceres diarios como si nada hubiera sucedido.

Hay quien dice que desde entonces, cada día, a la misma hora, se oyen en todos los sótanos el crujir de la madera. Unos dicen que son duendes, otros que la humedad y los más ancianos, aseguran que es Stella queriendo salir de su tumba. ¿Queréis saber qué hace cuando logra escapar?